martes, 29 de marzo de 2022
Siempre se puede estar peor. Y los recuerdos pueden traicionarnos. Hace poco más de un año me encontraba mal; acorralado. El Centro donde vivía, el CAMF de Ferrol no me satisfacía.
Por ello surgieron las voces de sirena del pasado. Los recuerdos me traicionaron. Los recuerdos y la llamada de algún amigo al que tenía en mucha estima " pues ven aquí. Estarás como en tu casa " . Me prometió que estaría mejor en Bóveda que en Ferrol. Que en Bóveda sólo había un par de discapacitados psíquicos. Pues nada más llegar me encontré algo distinto. Llegué a pensar que el único normal era yo. Por eso decidí volver a Ferrol. Pero, para ello, tenía que cumplimentar una serie de trámites lentos y dolorosos (ayudado por la subdirectora del CAMF de Ferrol, gracias a la cual he vuelto). Aquí tengo problemas, es cierto, pero muchos menos que en ¨DomusVi Bóveda ¨. A pesar de ello hecho de menos a mis
entrañables cuidadoras de allí, que me cuidaron a pesar de sus terribles condiciones de trabajo. Ellas son las Nereidas del Rio Cabe ( Y, C, R, H y sus hermanas), a las que nunca olvidaré.
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