miércoles, 4 de junio de 2025

EN LA CASA-MUSEO DE MARÍA PITA

 


Cuando me faltaban pocas semanas para volver a Pozoblanco, mi profesora de informática y amiga (viguesa, para más inri) me dio la idea de recoger información del icono coruñés por antonomasia, María Pita. Esta mujer lideró la resistencia contra el corsario inglés Drake en 1589 en el transcurso de la llamada Contraarmada. Esta portentosa herculina dejó su huella en la ciudad y yo me propuse seguirla para llevarme un buen recuerdo de mi ciudad natal. Para ello visité en primer lugar su casa-museo.


Esta se encuentra en el número 28 de la calle Herrerías de La Coruña y está dedicada a difundir la figura de la heroína que luchó contra la armada inglesa en 1589. La casa fue el hogar familiar de María Pita y de su primer marido, Juan Alonso de Rois, quien construyó la vivienda en un solar de su propiedad.

Es más que un simple edificio, es una construcción que nos lleva al pasado viajando al siglo XVI, cuando María Pita se enfrentó a la armada inglesa. Es una visita recomendada para los turistas y también para todos los coruñeses, y que yo, si no hubiera sido por mi amiga viguesa, me habría perdido.

La casa-museo se distribuye en cuatro estancias: 

  • en la planta baja, dos salas recrean la vida en los siglos XVI y XVII con un panorama de la vida de María Pita y de La Coruña en aquellos tiempos.
  • la segunda planta nos muestra objetos de uso cotidiano del pueblo llano de la época, así como la recreación de la tienda y del dormitorio principal de María Pita y sus padres.
  • en la planta superior se muestra el papel jugado por La Coruña en las relaciones internacionales de la época y los conflictos entre España e Inglaterra, que llevaron al ataque a la ciudad en 1589.




Tengo que decir que yo me muevo en silla de ruedas, como ya he mencionado muchas veces en este blog, y por mi experiencia no suele haber acceso a viviendas tan antiguas, así que tenía pocas expectativas de poder visitar este museo. Estaba equivocado: pude acceder a las estancias de la planta baja y también a las siguientes ya que cuentan con ascensor. Es un orgullo como coruñés que sea así. En el Museo Naval de Ferrol, por ejemplo, no he podido acceder a la primera planta porque "es un edificio viejo y no hay ascensor", era la excusa.

También tengo que reseñar la amable actitud del personal de esta casa-museo, desde la recepcionista al guía. La recepcionista me dio información sobre otras casas-museo de La Coruña (la de Picasso, la de Casares Quiroga) y el guía me mostró un profundo conocimiento sobre los hechos, que relataba de forma muy amena. Al terminar la visita guiada me quedé hablando con él de los libros de un escritor que ambos admiramos, el coruñés Luis Gorrochategui, gran ensayista sobre la batalla de la Coruña y, en especial, de la actuación de María Pita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario