La talla que aparece en la foto es el Cristo de los Milagros que hay en las Ermitas de Córdoba, en el sotocoro de la iglesia. Es del siglo XVIII.
La primitiva iglesia de los ermitaños fue edificada en 1703 cuando se reunieron en el Cerro de la Cárcel. La iglesia era tan pequeña que, en 1732, se solicitó al Cardenal Obispo de Córdoba la ampliación de la misma. Este lo autorizó el 17 de junio del mismo año y las obras comenzaron el 7 de mayo de 1733, con la bendición y la colocación de la primera piedra. Dentro de esta se colocaron varias monedas de plata y cobre.
En agosto de 1733 los ermitaños solicitan al Cardenal que se celebre anualmente una misa en honor a su benefactora Doña María de Villalba de Montalbán (Córdoba), que paga la edificación de la capilla mayor de la iglesia. Le costó 700 ducados, aunque al final el gasto subiría a 6000 hasta su finalización. Por eso el 6 de enero de cada año -excepto los nueve de la Desamortización- y hasta 1957 se celebró dicha misa. La iglesia se bendijo el 21 de diciembre de 1734.
El sotocoro es un espacio que está separado de la iglesia propiamente dicha por una verja en donde que se ubicaban las personas que asistían a misa los domingos en tiempo de los ermitaños. En él está el crucifijo casi de tamaño natural bajo la advocación del Cristo de los Milagros. No se sabe por qué tiene ese título. Es muy venerado por los visitantes de la iglesia.
Junto a él hay unos versos que dicen:
"Tú que pasas, mírame.
Contempla un poco mis llagas
y verás que mal me pagas
la sangre que derramé."
Para mi este es uno de los mejores ejemplos del Arte Sacro que pude contemplar en Córdoba. No es tan conocido como el arte musulmán de la ciudad, pero sí es de obligada visita.
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