El diseño del nuevo edificio corrió a cargo de Pedro Alonso Gutiérrez, arquitecto de la provincia de Córdoba y autor de proyectos prestigiosos como los Jardines de la Victoria o el Colegio de la Milagrosa (de estilo modernista). Su nombramiento como arquitecto municipal fue muy problemático, llegándose a poner en duda la validez de su título. Murió dieciocho años más tarde, siendo llorado por los vecinos de la localidad.
Según el historiador pozoalbense José María Martín Perozo, este edificio es de estilo neoclásico y cuenta con dos plantas. Su composición es de acusada horizontalidad, rota en el centro por pilastras que corren verticalmente desde la cornisa a la base. En su fachada se puede ver su balcón principal jalonado por dos leones sostenidos por ménsulas, que fueron renovados durante las obras de restauración de 2004.
En el edificio destaca su reloj, modelo Canseco número 4, fabricado en España con máquina francesa en 1889, instalado al año siguiente, y con dos campanas de 45 y 65 kilogramos. Es destacable también la lápida que fue colocada en la Escalera de Honor y que se corresponde con el Decálogo del Buen Regidor, escrito en el siglo XV. Algunos de los principios y responsabilidades de la época se centran en la gestión del gobierno local, administración de los bienes comunales, la justicia, la supervisión de obras públicas y servicios esenciales (agua, salud pública), mantenimiento del orden y seguridad, supervisión de iglesias y ermitas, tutela de huérfanos, recogida de impuestos y derramas y representación de la ciudadanía.
La historia del edificio aparece en la placa colocada en 2020, con dos fechas extremas:19 de julio de 1890 y 19 de julio de 2020. La primera se corresponde con la de inauguración del edificio consistorial, en plena etapa de la Restauración, durante la Regencia de María Cristina de Habsburgo-Lorena. La prensa de Córdoba prestó poca atención a este hecho, aun siendo Pozoblanco cabeza de partido judicial de la provincia de Córdoba. No se ha encontrado una crónica detallada de la inauguración.
Cada poco iba a la Calle Mayor o Calle del toro a tomar mi café habitual de las tardes y justo antes de entrar en ella pasaba por la esquina del edificio consistorial. Desde ahí está hecha esta foto, en la que se ve la placa de mármol blanco, supongo, que indica que es el Ayuntamiento. Me llamaban la atención los leones referidos, pero no reparé en la placa. Si vuelve a darse la ocasión de pasar por allí, y espero que sea pronto, esta vez me fijaré.
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